Alberto Garzón Espinosa
Los planes de ajuste impuestos por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo -denominados conjuntamente “la troika”- están fracasando estrepitosamente, y Grecia ha dicho que de momento va a suspender las conversaciones con estos rescatadores que tan malos consejos dan. Es normal, necesario y digno de elogio. Por fin.
Los planes de ajuste tienen como objetivo oficial reducir el gasto público para reducir el déficit y así poder garantizar el pago de la deuda. Pero lo que muchos economistas decimos desde hace mucho tiempo -tanto que es el mismo debate que en los años treinta del siglo pasado- es que si reduces el gasto público y promueves la moderación salarial (o la rebaja salarial) estás anulando los componentes que estimulan el crecimiento económico. Y sin crecimiento económico no hay ingresos estatales, de modo que el Estado deja de gastar pero también deja de ingresar. Y eso nos deja en el mismo punto: misma relación ingresos-gastos, y con incluso mayor necesidad de endeudamiento.SABER MÁS
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario