Converger en Extremadura

http://www.lacronicabadajoz.com/noticias/noticia.php?id=191710 La convergencia no deja de ser el hecho de aunar voluntades y buscar los puntos de encuentro con el fin de conseguir unos objetivos comunes. En nuestra tierra la convergencia a la izquierda del PSOE debería tener como objetivo el construir alternativas a las políticas neoliberales del bipartidismo. Un bipartidismo muy arraigad en Extremadura. Si tomando como referencia los últimos resultados del 24 de mayo constataremos que la suma de votos del PSOE y del PP es del 78,52% y por verbigracia del sistema electoral ocupan casi el 90% de los escaños de la Asamblea. Podrían destacarse tres hechos peculiares para explicarlo. La distribución de la población en la que los votantes de las ciudades suponen el 30,53% del censo y el resto está diseminado en núcleos rurales de mayor o menor tamaño. De hecho fuera de la opción bipartidista, Podemos se sitúa entre el 10 y el 15% en las ciudades pero se queda en un 8% en la media regional. En segundo lugar la debilidad del tejido social si lo comparamos con otras comunidades y por último las normativas electorales que juegan siempre a favor del bipartidismo. ¿Con estos mimbres podemos hacer una cesta? Será sin duda más fácil si supiéramos para que queremos la cesta, su diseño y de cuantos mimbres disponemos. A medio plazo se trata de levantar una alternativa que tenga raíces en la sociedad extremeña y que se sostenga en un andamiaje político de todos aquellos que quieren defender a las personas, a la ciudadanía frente a los intereses de los poderosos, de los mercados. A cortísimo plazo, romper el bipartidismo en Extremadura obteniendo representación en el Congreso de los Diputados. Si partimos de los últimos resultados no es un objetivo fácil, pero es posible si nos multiplicamos por el efecto de la unidad y generamos expectativas y tensión entre la ciudadanía. En los primeros pasos se deberían definir las líneas gruesas, utilizar como cemento lo que nos une. Un debate nacido de la reflexión política con viaje de ida y vuelta a la ciudadanía. Una vez entresacados los puntos programáticos tocaría definir la forma y la construcción de esta alternativa, contando con el mayor acuerdo de las organizaciones políticas implicadas. En mi opinión la manera más respetuosa es la de la coalición. Permite conservar las distintas identidades en la suma de diversidades. Cada uno aporta lo que es y tiene sin renunciar a su identidad. Recordar que Syriza fue una coalición de partidos hasta el 2012. Por último lo ideal sería contar con una cabecera de lista consensuada y de prestigio que encarnase por su trayectoria actitud y honradez los valores y programa que se defienden. La unidad puede tener su premio en la multiplicación de los resultados y sobre todo en el estímulo a la participación de la ciudadanía en torno a unos puntos programáticos. Una tensión cívica imprescindible para avanzar en la transformación social y política de nuestra tierra.